ORDEN Y MEMORIA.

La razón obedece a que en nuestro subconsciente hay una plétora de figuras, imágenes y esquemas que influyen constantemente a nuestro horizonte y concepción del mundo. Incluso la retira pura del feto es hoy objeto de discusión sobre si hay o no en ella determinadas formas arquetípicas, genéticamente trasmitidas y de ahí, de presencia original.

El comportamiento de la memoria, como por ejemplo con la experiencia visual del dado. Sus seis caras están presentes, en el recuerdo de cada uno de nosotros. La intensidad del impacto de la figura 5 en la percepción de cada uno de nosotros y la fuerza emotiva que a éste le quepan al respecto varían de una persona a otra. Una la habrá vivido como experiencia infantil totalmente trivial, y otra, con hondo interés (el jugador apasionado). He ahí seis figuras, tan familiares al jugador, que éste no necesita descifrarlas ni contarlas, el reconocimiento es espontáneo, pues responden a un patrón interno conocido, a un esquema de pensamiento ya aprendido y vivido.

Sin embargo, un leve desplazamiento de los puntos hacia ubicaciones insólitas confronta al observador con una frustración automática. Ya que  los ordenamientos simétricos casan con la estructura de nuestro propio cuerpo y por lo tanto nos resultan más próximos, más comprensibles que la asimetria, la cual reclama ya la intervención de la razón.

Yo he jugado con la interpretación de los puntos de los dados y con ellos hablo un poco de mi carácter. Esto es sin duda, una lectura más de lo que el signo es a la vista, a la memoria y a la percepción.

 

Fuentes: Signos en la comunicación visual.